Cuando las nubes sean suficientes, cuando todas las montañas que habitamos hablen por nosotros, los ríos traigan aguas oscuras, laberintos naturales nos arrastren al mar... Cuando tus ojos reconozcan la oscilación de la muerte en los míos, cuando tu corazón se detenga a doler, y la luna descargue su lluvia sobre nuestras almohadas... Cuando sean los futuros y las infancias una bruma tibia y mortal... En estas profundidades de caracoles sin fin... Recuerda que una mañana, al ver entre mis cejas dos lagunas desbordadas, brilló para tí mi eternidad.
Cuando las nubes sean suficientes, cuando todas las montañas que habitamos hablen por nosotros, los ríos traigan aguas oscuras, laberintos naturales nos arrastren al mar... Cuando tus ojos reconozcan la oscilación de la muerte en los míos, cuando tu corazón se detenga a doler, y la luna descargue su lluvia sobre nuestras almohadas... Cuando sean los futuros y las infancias una bruma tibia y mortal... En estas profundidades de caracoles sin fin... Recuerda que una mañana, al ver entre mis cejas dos lagunas desbordadas, brilló para tí mi eternidad.
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