martes, 24 de enero de 2012

31 veces


La penitencia sobreviene en oleadas,

Lacerante, intermitente en el medio del pecho,

Siempre.

He cuidado tu recuerdo casi como a un vivo

Casi como a un santo.

Caído.

¿Cómo puede ser que llenes un espacio con tu ausencia?

Es un lento dominio el de tu reino.

¿Cómo puedo hacer para matarte?

He fallado treinta y un veces,

Y sigue apareciendo tu antena dolorosa,

palpitante.

¿Cómo puedo hacer para matarte?

Si no te conozco

Si nunca te vi realmente.

Pero continuó todo en movimiento

Cínicamente comenzó a girar

Y empezamos a habitar la pérdida.

Cada cuál en lo suyo

Asumiendo su locura.

Y de allá viene tu agujero

Tu nombre empolvado

Tu corona.

Cómo puedo hacer para aliviarnos.

¿Cómo puedo hacer para enterrar a un muerto?

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Buzón