- The result of fearless is protection
Ella lo
dijo, hay quien nace con temperamento agresivo. Quizás eso puede ser afortunado
en el comienzo, cuando tocas por primera vez el mundo y la respiración se
atraganta porque tienes esa extraña sensación de que pudieras comerte al mundo
de un bocado. Los pulmones se hinchan fuertes y desesperados por correr a oler
la nieve, no hay tiempo suficiente para aprehender todo aquello que se ve,
borroso apenas.
Pero luego
vienen los fantasmas –siempre llegan–, y traen su estela gris que lo envenena
todo y entonces la medianoche en que naciste te devuelve la oscuridad de la
cual venías y a la cual ya estás acostumbrado. Tu temperamento se potencia, se
vuelve loco, asesino, y por eso, te guardas a ti mismo en una jaula para no
molestar a las visitas, no vaya a ser que le sueltes la mordida al amigo nuevo
de papá. Y así pasan
los años y te debates en la poética de la muerte, en la respiración artificial
de un inhalador, abriendo a veces, la pequeña compuerta de la ira, y a veces
cerrándola para mostrar buenos modales.
Pero ese soplo primigenio de vida te reclama y te recuerda que aun te quedan por oler muchas costuras del mundo. Las maletas han quedado empolvadas desde el último vuelo a la luna.
Pero ese soplo primigenio de vida te reclama y te recuerda que aun te quedan por oler muchas costuras del mundo. Las maletas han quedado empolvadas desde el último vuelo a la luna.
Para
florecer en la tormenta, hay que abrir el dolor de una vez y para siempre.
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Buzón